top of page

HISTORIA

Bizanciož

El Código justinianeo mantiene los distintos tipos de penas capitales según el tipo de delito y la clase social del autor, castigando más a los esclavos y clases inferiores. Desaparece la pena de culleum, la esclavización, y la de luchar contra los gladiadores, aparecen numerosas penas capitales por cuestiones religiosas, sacrilegio, adulterio, posesión de libros heréticos, proselitismo religioso, herejía, etc. La pena por la herejía comenzó a ser la hoguera.ž

La lista de los delitos capitales era interminable: judíos y cómplices que lapiden a un judío por hacerse cristiano, los que fabrican falsas aleaciones, usurpar los diques del Nilo, notarios que dan inmunidad por fraude, ir a templos paganos y realizar allí sacrificios, hacer grupos de bandoleros con militares, paisanos o bárbaros; esclavos que hicieron violencia, tener esclavos armados, practicar la adivinación; los administradores de los bienes privados, tintorería y tejeduría imperiales que alteren los materiales; deserción; los plagiarios, ser partidario de Nestorio, Eutiques y Apollinar, sacar, o intentarlo, a un refugiado en una iglesia; tribunos o vicarios que hubiesen prestado su propia ejecución o la militar, estando prohibidas, jueces que sustrajeron caudales públicosž

žEdad Media en Europaž

 

De manera similar, en la Europa medieval, la pena de muerte se empleaba de manera generalizada. A pesar de lo extendido de su uso, no eran extrañas las proclamas a favor de su reforma. En el siglo XII, el académico sefardí Maimónides escribió: «Es mejor y más satisfactorio liberar a un millar de culpables que sentenciar a muerte a un solo inocente». Maimónides argumentaba que ejecutar a un criminal basándose en cualquier cosa menos firme que una certeza absoluta llevaba a una pendiente resbaladiza de onus probandi decreciente, hasta que al final se estaría condenando a muerte «de acuerdo con el capricho del juez».ž

žLa reforma protestantež

 

Las Iglesias surgidas de la Reforma protestante aceptaron sin problemas la pena capital y habitualmente procedían a llevar a cabo directamente sus propias sentencias de muerte sin confiar al reo a la autoridad civil para su ejecución. Es más, así como para la Iglesia católica el verdugo era un mal necesario, en la jerarquía de la «Ciudad Cristiana» que Juan Calvino instauró en Ginebra, el verdugo era un personaje de rango, un notable respetado que recibía el título de «Ministro del Santo Evangelio». Entre 1542 a 1546 Calvino condenó a muerte a cuarenta personas sólo por razones de fe.ž

žPueblos precolombinos de Américaž

 

Entre los aztecas eran delitos capitales el asesinato, traición, aborto, incesto, violación, robo con fractura y adulterio, entre otros. Se aplicaba la pena de muerte de muy diversas maneras (hoguera, horca, ahogamiento, apedreamiento, azotamiento, golpes de palos, degollamiento, empalamiento o desgarramiento del cuerpo, además podía haber aditivos infamantes, incluso contra los familiares). En caso de adulterio se procedía a la lapidación aunque la mujer era estrangulada previamente. Los guerreros podían escapar de la pena de muerte aceptando un destino permanente en zona fronteriza.

žRevolución francesa y la Ilustraciónž

 

(...) El código penal francés revolucionario de 1791 recogió la pena de muerte que Luis XVI había abolido pocos años antes (y que finalmente le fue aplicada a él mismo y su esposa María Antonieta), y ordenó la aplicación general del sistema de decapitación, ya no sólo para los nobles, sino para todos por igual. Las autoridades revolucionarias hicieron un amplio uso de la pena capital con fines políticos (eliminar a los contrarrevolucionarios u opositores). Robespierre, tras abogar por la abolición de la pena de muerte en 1791, posteriormente condenó a muerte a muchísimas personas, antes de ser guillotinado él mismo. Entre 1793 y 1794, durante el periodo del "terror", fueron ejecutadas en Francia, con o sin sentencia judicial, alrededor de 40.000 personas.

žLa pena de muerte para el socialismo y el comunismož

 

En 1853, Karl Marx escribió un pequeño homenaje a Beccaria: ”Para defender la pena de muerte se suele presentar ésta como un medio de corrección e intimidación. Pero la historia y la estadística prueban plenamente que desde Caín el mundo jamás se ha corregido o intimidado por el castigo ¡Miserable sociedad ésta que no ha encontrado otro medio de defenderse que el verdugo y que proclama su propia brutalidad como una ley eterna”.

žSiglo XX.

 

žEl siglo XX ha sido uno de los más sangrientos de la historia de la humanidad. Las guerras entre naciones-estado han supuesto la muerte de millones de personas, una gran parte de las cuales fallecieron a consecuencia de ejecuciones masivas, tanto de combatientes enemigos prisioneros como de civiles. Además, las organizaciones militares modernas han empleado la pena capital como medio para mantener la disciplina militar. En el pasado, la cobardía, la ausencia sin permiso, la deserción, la insubordinación y el pillaje eran delitos que en tiempo de guerra solían castigarse con la muerte. El fusilamiento se convirtió en el principal método de ejecución en el ámbito militar desde la aparición de las armas de fuego. Así mismo, varios estados autoritarios: por ejemplo, varios con regímenes fascistas o comunistas: han usado la pena de muerte como un potente método de opresión política. En parte como reacción a este tipo de castigo excesivo, las organizaciones civiles han empezado durante este siglo a poner un énfasis creciente en el concepto de los derechos humanos y la abolición de la pena de muerte.

bottom of page